Incumple Cemex con Impuestos y Manifiesto de Impacto Social en Cuautinchán

*El diputado federal, Edgar Guzmán Valdez, exhorta a la empresa a cumplir con sus responsabilidades, ya que afecta la salud de los pobladores de Cuautinchán  

Ante los daños ambientales, de salud y económicos que ha ocasionado la empresa CEMEX situada en los municipios de Tecali, Cuautinchán y Tepeaca, el diputado federal, Edgar Guzmán Valdez, exhortó a la empresa ha responsabilizarse del pago de sus impuestos y de la expedición del Manifiesto de Impacto Ambiental,

El integrante del Partido de Encuentro Social, explicó que la empresa se estableció hace 20 años en estos municipios, siendo Cuautinchán la más afectada por el deterioro ambiental, contaminación de suelos, de aire, ruido y quema de basura para generar sus productos.

Además, de evadir su responsabilidad sobre la actualización de permisos y licencias de construcción, pues el uso de suelo no se ha modificado, lo que representa una importante perdida en el pago de impuestos ante el ayuntamiento.

Especificó que desde su llegada no ha existido beneficio económico, ni progreso para las comunidades, de lo contrario se ha deteriorado en la salud de los habitantes y su ambiente, por el exceso de contaminación que genera.

Ante el pleno del Congreso de la Unión, pidió que se revise el Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA), que cumpla con sus obligaciones fiscales y respete la autonomía de los ayuntamientos.

*Evasión de impuestos y actualización de Impacto Ambiental genera daños a la población

La planta de Cementos de México (Cemex), en la actualidad cuenta con un uso de suelo rusticó y urbano, a pesar de que debería tener uso industrial por la explotación que realizan y el impacto ambiental que ocasionan.

Los habitantes han denunciado daños a su salud, principalmente a las vías respiratorias por la alta contaminación a los mantos acuíferos, así como la quema de basura lo que provoca una pestilencia por el polvo que emana.

De ahí, las múltiples quejas que ha acumulado en la Procuraduría de Protección Ambiental (Profepa), sin que hasta el momento la cementera se responsabilice por la contaminación que sale de sus caleras acabando con la zona de encinos.

En 1992 se instaló esta planta y en la actualidad emplea a más 600 empleados, pero el impacto ambiental ha sido mayor a los beneficios y el desarrollo que aseguro desde su llegada evadiendo la aplicación de la ley.

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